[one_full last=»yes» spacing=»yes» center_content=»no» hide_on_mobile=»no» background_color=»» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» background_position=»left top» border_position=»all» border_size=»0px» border_color=»» border_style=»» padding=»» margin_top=»» margin_bottom=»» animation_type=»» animation_direction=»» animation_speed=»0.1″ class=»» id=»»][title size=»4″ content_align=»left» style_type=»underline solid» sep_color=»#247a37″ margin_top=»» margin_bottom=»» class=»» id=»»]08/09/2012 NUEVO MEDALLA PARA ORIBE[/title]
Richard Oribe ha conseguido la medalla de bronce en la prueba de 200 metros libres, sumando así en estos su sexta participación en unos Juegos, un nuevo metal a la impresionante colección de preseas que posee.
El gipuzkoano, que en las clasificatorias había conseguido el cuarto mejor de los cronos, salió, como suele ser habitual en él, formidablemente y dominó los primeros metros de la prueba; sin embargo, el primero en girar
fue el mexicano Gustavo Sánchez, que centímetro a centímetro, fue ganando espacios a sus rivales y así no abandonaría la posición de oro hasta el final. Detrás de él Oribe libró una batalla sin cuartel con su eterno
rival David Smetadine; al paso de los 100 metros el francés le cobraba una ventaja de algo más de un segundo y al de los 150 casi de tres, pero en los últimos 30 metros el donostiarra dejó todo lo que tenía dentro en la
pileta y fue raspando centésimas en cada brazada para tocar la pared con un crono de 3:01:62, 24 centésimas más que el galo. Sin duda, de haberse librado la prueba a 10 metros más, Oribe habría superado a su rival con
facilidad y habría subido al segundo cajón del pódium.
Pese a ello, Oribe no puede sino mostrarse satisfechos por unos Juegos, de los que se va con una plata y un bronce en su haber, algo que, desde luego, sólo unos privilegiados pueden contar.